miércoles, 29 de enero de 2014

Por eso se llama trabajo...

Ya hace tres semanas que llegué a Lausana, y la verdad es que estoy muy contenta :) El trabajo es muy duro, los niños son unos diablillos, demasiado pequeños y aún me cuesta entenderme con ellos al 100%, pero empiezo a conocerlos, a saber cómo tratarlos, las cosas que les gustan, cómo entretenerlos... 

Con la familia... ¡mucho mejor que lo esperaba! cojo a menudo el coche para ir a ver a Alejandro, y me dejan que venga a visitarme, además yo también puedo visitarle a él. Me hacen trabajar muchas horas muy, pero que muy intensas... pero las cosas buenas compensan todo lo que estoy trabajando.

Además, estoy aprendiendo muchas cosas, ya podría ser madre sabiendo mucho más, o trabajar en un colegio de infantil si fuera necesario... desde cambiar pañales hasta saber cómo dormir a dos niños muy nerviosos, bañarlos, llevarlos al parque (al principio era una locura, el bebé en su cochecito y la niña sin querer darme la mano, lo pasaba realmente mal)... y mil cosas más. Los primeros días no era capaz de disfrutar, todo era trabajo, pero empiezo a cogerles cariño y a disfrutar cada vez más de sus locuras, de su alegría... aunque en numerosas ocasiones me sacan de mis casillas y acabo el día muy cansada... pero por eso se llama trabajo, cosa que en España no hay.

Sin embargo, cada día no hago más que comparar mi vida de ahora con la que tenía hace unos meses, echo tanto de menos a esa pequeña a la que cuidaba... era una auténtica monada, eso sí que no era trabajar, la quería y la quiero muchísimo... aunque para ellos no fuera lo mismo. Hace unos días escribí a la familia, les conté que conseguí volver a Suiza, un nuevo trabajo de au pair, una familia nueva, les preguntaba cómo están, cómo está la pequeña... ni siquiera me han respondido, aunque sea dándome la enhorabuena y diciéndome adiós, es lo que pasa en estos trabajos... llegas a querer a los niños, te encariñas con la gente con la que convives, pero luego para ellos tan sólo eres un simple trabajador. Esto es una cosa que no debes olvidar si quieres ser au pair, seguramente la familia ya haya tendido a otra u otro au pair, o a alguien que haya cuidado de los niños, o después de ti vendrá una persona nueva... ERES UN EMPLEADO, tristemente es así. Supongo que todos los casos no serán igual, pero la mayoría si. 

Con esto voy a terminar por hoy, la próxima entrada será muy especial, puesto que vendrá después de cumplir mi sexto aniversario con Alejandro. Tenemos planes muy especiales y, además, antes de eso, tenemos pensado volver a la zona por la que solíamos salir en nuestra etapa anterior.

Buenas noches a tod@s!!

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martes, 14 de enero de 2014

Un nuevo comienzo

¡Buenos días! 

Hoy escribo acerca de mi nuevo comienzo en Suiza, esta vez en Lausana, de nuevo siendo au pair aunque esta vez con dos niños pequeñitos, en lugar de uno.

Pensaba que el trabajo se me duplicaría, pero... ¡qué equivocada estaba! se me ha quintuplicado... y es que es el doble de niños que tenía antes, pero son el triple de malos cada uno. Bueno, malos... o cosas de la edad, llamémosle  así. Pero ya me estoy adelantando, empezaré por el principio.

El miércoles 8 de enero llegué a Lausana sobre las 12 de la noche. Al día siguiente tenía el día libre y decidí hacer un poquito de reconocimiento del lugar, ya que soy pésima al orientarme sola incluso en mi propia ciudad. Y por supuesto me perdí, aunque gracias a perderme y encontrarme en numerosas ocasiones pude aprender un poquito más sobre la ciudad. 

El viernes empezaba mi trabajo, digamos un poco en "prácticas" porque todo es nuevo para mí. Rémi es el pequeño, tan solo tiene un año y medio y tiene la costumbre de hacerse popó todas las mañanas conforme se levanta, al menos todos los días que llevo hasta ahora aquí... Es un encanto, sonriente y danzarín, aunque con él hay que tener mil ojos. La hermana mayor se llama Mathilda, tiene tres años y medio y es cabezota y mimada pero, como niña que es, también es un encanto. El primer día ya tuve que cambiar pañales, hacerles de comer y darles la comida, bañarlos... Todo muy distinto a como era mi experiencia anterior, muchas más tareas que hacer, con niños que apenas se dejan atrapar, mucho menos tiempo para tomarme un respiro, sin embargo creo que esta experiencia me va a ayudar mucho el día de mañana. Aunque no sea el trabajo de mis sueños, me acerca a una experiencia personal que algún día llegará, y ese día estaré preparada para todo. 

Ese mismo día por la noche me reuní con mi novio y con amigos a los que llevábamos casi dos meses sin ver, salimos y lo pasamos muy bien, fuimos al Darling. 

El sábado, Alejandro vino a Lausana de nuevo y estuvimos descubriendo la ciudad juntos hasta el domingo. La zona del lago es muy bonita, me gusta Lausana, aunque tengo que decir que yo ya me había acostumbrado a estar en Ginebra y la echo un poco de menos, al igual que a mi pequeña... todo me recuerda a ella, los juguetes que veo, ropas de niña... me da mucha pena no poder estar con ella ahora mismo, en este momento... Pero tengo que pasar página y disfrutar de esta nueva etapa que acaba de comenzar. Haré lo posible porque todo  vaya bien... ¡esperemos! No puedo evitar tener un poco de miedo y desconfianza al principio. Empezar por segunda vez está siendo para mí un poco más complicado que empezar la primera vez. Sin embargo Alejandro... ¡me alegro tanto por ti!! la suerte le ha cambiado por completo y por fin va a tener una buena experiencia de verdad. Además estamos muy cerca y nunca hay mal que por bien no venga :)

¡Hasta pronto! Gracias por leerme!

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Correo electrónico: siguiendomibrujula@yahoo.es



martes, 7 de enero de 2014

Preparando la maleta (II parte)

¡Hola!
Entre tanto agobio de última hora he buscado un hueco para escribir un poquito en el blog.

Ya en su momento hice una entrada que se llamaba "Preparando la maleta". En ella escribí cosas que intuía que iba a necesitar en mi aventura, iba a un lugar frío durante una temporada larga, estaba muy asustada, dejaba mi casa para irme a otra, iba a un país que no era el mío, con gente que no son mi familia. 

Esta entrada la he llamado de la misma forma, aunque he añadido que se trata de una segunda parte debido a que siento que no cambia mucho el cómo me sentía a finales de agosto cuando me iba por primera vez, a cómo me siento ahora. Conozco un poquito más el país, he conocido a mucha gente y puedo decir que tengo nuevos amigos, sin embargo vuelvo a una casa distinta, a una familia distinta, empiezo de cero de nuevo y eso me pone un poco nerviosa y me asusta.

Para colmo me han pasado muchas cosas y el agobio este de última hora es muy pero que muy estresante!! Me robaron el teléfono móvil, he tenido que hacer un duplicado de la tarjeta, anular la anterior... y todo esto en un periodo de fiestas en las que las tiendas no estaban abiertas. Ir al zapatero a recoger unas botas, al banco, hacer una lista, procurar que no se olvide nada, imprimir los billetes de avión, comprar los billetes de autobús, comprar unas botas de nieve, ropa adaptada al frío... En cada viaje que hago pierdo neuronas, eso seguro. Consejo: ¡No lo dejéis todo para el final! Yo me he repartido las cosas en varios días pero aun así siento que algo se me olvida...

Lo que no se me olvida son los grandes momentos que he vivido en estas fiestas, que han sido muchos: Conocer a mi sobrinita María, que tan solo tenía un mes la primera vez que la vi, no había podido conocerla antes; encontrar un trabajillo rodeada de niños y disfrazada de Alicia en el País de las Maravillas, parecía un rollo al principio y me daba mucha vergüenza, pero al final lo recordaré con mucho cariño; cenas y comidas con mi familia, tanto los más cercanos como otros que hace tiempo que no veo; fiestas con mis amigos, una visita por Córdoba con Alejandro... Es el haberme sentido tan bien entre los míos y el haber disfrutado tanto de estas fechas lo que hace que sea más duro irme, porque ya no vengo a España para trabajar y vivir, sino para estar de vacaciones, para disfrutar de las cosas buenas, y esas son las que luego uno no quiere dejar, son las que más cuestan.

Aun así no me pesa irme, sé que es un paso para aprender y hacer algo de provecho mientras que las cosas en nuestro país cambian. Tengo la esperanza y la corazonada de que todo va a salir bien, y mariposas en el estómago a causa del nerviosismo y la inquietud. El no saber cómo será esta siguiente etapa, estoy deseando de saberlo.

Gracias a todos y todas que me leéis, me sorprende la gente que por la calle me dice que sigue mi blog, ¡eso me anima mucho! :)

Como ya he dicho en otras entradas, podéis participar en mi blog con un comentario, una historia, una anécdota... algo real que le pudiera pasar a alguien y de lo que podamos aprender, enviarlo a siguiendomibrujula@yahoo.es y lo publicaré en mi blog. También puedes seguirme en twitter: @SigMiBrujula

Me despido con algunas fotos de estos días y deseando a tod@s un feliz año de todo corazón. Hasta pronto!