Ya se acerca el final de esta experiencia y la melancolía aumenta... Parecía que aún quedaba mucho pero el tiempo está pasando a pasos agigantados y muy pronto me veré en casa. Es difícil para mí ver como mi niña con tan solo 4 añitos se abraza a mí y me suplica que no me vaya, me dice que me quiere... no sé si estoy preparada para esto, es un trabajo que como ya he repetido en otras ocasiones mezcla el trabajo con los sentimientos y sé que lo voy a pasar realmente mal los primeros días y que voy a echar de menos tanto a mis niños como a tantos amigos que he conocido aquí. Por eso estoy aprovechando hasta el último segundo que me queda libre, después de trabajar quedo con alguien y prácticamente sólo me queda tiempo para dormir.
Es raro, porque tengo tristeza por irme y al mismo tiempo tengo alegría, dos sentimientos puestos sobre una balanza y no sé cual es el que gana. Sólo sé que prácticamente he olvidado las cosas malas que he vivido y tengo en mi recuerdo muchas cosas buenas, que son las que después echaré de menos.
El sábado pasado tuve que trabajar, y no me pesó tanto como otras veces, pude disfrutar un poquito más de mis pequeños y después cuando se durmieron vi una película con Alejandro y nos fuimos pronto a dormir puesto que al día siguiente teníamos una excursión con Edu, Silvia, Evelyn y Yaiza. Fuimos a Juraparc, un zoo donde supuestamente había más animales a parte de los que vimos, pero sólo estaban a la vista los osos, suerte que al menos estaban muy simpáticos con el público.
Y bueno, pronto pasó el fin de semana y como siempre tocaba seguir trabajando, aunque no he perdido ocasión para salir con amigos a ver partidos de fútbol y tomar algo, por cierto ayer ganó Suiza y el ambiente en la ciudad de Lausanne era apoteósico, tardé un rato en conciliar el sueño con tanto coche pitando, gritos de alegría... Hubiese preferido que fuera España, pero me alegro de estar viviendo esto aquí.
Como ya sabéis, hasta ahora he dedicado el blog principalmente a mi experiencia en Suiza, pero este blog no va a dejar de existir, considero que acaba una aventura pero viene otra más dura y es volver a la cruda realidad. Con los míos, sí, pero con incertidumbre por saber cómo saldrán las cosas. Así que espero que sigáis leyéndome. La siguiente entrada no sé si será en Suiza o ya en España, lo que sí supongo es que será bastante pastelosa, ¡prometo pronto cambiar el chip!
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¡Hasta pronto!
