Este domingo, Alex, unos amigos y yo hicimos un viaje improvisado. Descubrí el precioso pueblo Gruyères, a muchos les sonará porque es el nombre de un famoso queso suizo. Se trata de un lugar medieval, con un bonito castillo y unas vistas... justo este fin de semana ha hecho mucho frío en Suiza, y las montañas cubiertas de nieve, rodeadas de un paisaje mágico, hicieron que pasara todo el viaje con la boca abierta mirando por la ventanilla del coche y, por supuesto, haciendo fotos.
Aprovechamos para visitar la fábrica de chocolate Cailler. Costaba 10 francos la entrada, 8 francos para estudiantes o, en nuestro caso, dijimos que somos au pair y nos lo dejaron a precio de estudiante. Merece mucho la pena. Se puede elegir que la visita guiada sea en español, y durante el recorrido te explican la historia del chocolate de una forma amena. Al final de la visita... ¡barra libre de chocolate! Nos pusimos las botas y no queríamos ni pensar en comida después, pero teníamos que amortizar nuestro dinero, y ¿cómo no? la experiencia nos hizo comprar chocolate en la tienda de la fábrica.
Después de todo esto, para rematar la faena, fuimos a visitar Montreux, una ciudad preciosa, con unas increíbles vistas al lago. Tuvimos la mala suerte de que estuviera nublado, pero aun así es un lugar impresionante, digno de visitar. Freddie Mercury vivió en Montreux durante los últimos años de su vida, allí pudimos ver una estatua que hicieron en su honor.
Como veis, una ruta perfecta para pasar un sábado o un domingo, se la aconsejo a cualquiera que tenga esta opción.
¡Hasta otro día! Con nuevas aventuras, consejos o curiosidades.
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