Navidad en Andalucía

Aquí estoy con mi estufa y mi mantita y he dicho... ¿qué hago? ¡pues escribir en mi blog! 

Lo de la estufa o el brasero ¡y la mantita! era una cosa que echaba de menos en Suiza, porque allí las casas están equipadas y no se nota el frío, puedes ir descalzo sobre el suelo de madera, ir en manga corta por la casa y dormir con poca ropa, pero eso de hacerse una bola en el sofá y estar tan agustito que uno no quiere levantarse nunca en la vida... eso no tiene precio.

Al igual que en la última entrada, y en la anterior, y en la otra... sigo con mi búsqueda de familia para trabajar como au pair de nuevo, a partir de enero, en Vaud. Han surgido varias familias con las que he mantenido largas y largas conversaciones, situaciones en las que he estado a punto de cerrar un acuerdo, pero a la hora de la verdad no he tenido suerte, por alguna razón no han respondido, simplemente me he quedado esperando. Odio esa situación en la que la gente deja de ser formal para convertirse en informal, eso me ocasiona momentos de bajón en los que no veo claro qué va a ser de mí en el futuro, a veces me entran las dudas y no me veo con ganas de seguir adelante con esto... Por suerte otras veces surgen peticiones nuevas que me devuelven la ilusión y entonces pienso que mi momento está por llegar. Es muy importante apoyarse en esos momentos o esas personas que te devuelven las ganas de poder seguir adelante en algo que finalmente llega a resultar agotador...

Sin embargo, dado a las fechas que se acercan, intento compensar mis preocupaciones haciendo planes. Yo que soy una persona que no me gusta quedarme quieta en casa (aunque mi mantita sea tentadora). 

Estas navidades mi brújula apunta a distintos rincones de Andalucía, como Linares, Jaén, Córdoba y posiblemente Granada. Porque llegará el día en que me vuelva a ir, sea al país que sea, y sea antes o después, y me apetece llevarme de recuerdo ciertas imágenes en mis retinas, momentos, paisajes, esa gastronomía andaluza ¡que quita er sentío!! ... y alguna que otra estampa navideña rodeada de buena compañía y del calor de la gente. Porque Andalucía es Andalucía, es mi casa, y en poco más de un mes voy a disfrutarla al máximo, para cuando llegue el día tener lleno el cajón de los recuerdos.

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